Ese día por la mañana
Las nubes acariciban los cerros reverdecidos por la lluvia
Como si el cielo seduciera a la tierra en un beso entre naturaleza y el tiempo.
Los arroyos corrían era como un susurro de agua. Delicado y fresco.
En verdad era casi como si las nubes arruyaran a los cerros llenos de vida y se exalaba una tranquilidad que te respiraba en la nuca con olor a humedad.
Te recordé y al suspiar por ti senti como si el universo entero dibujara ese paisaje para recordarme qué tu conviertes mi vida en un paraíso dentro tu alma.
Y tu eras la tierra prometida encarnada solo para mi.
Y al habitar ese lugar salvaje y maravilloso era como volver a un hogar cosmico atemporal y sentirse cómodo en la inmensidad.
En mi contemplación y tus recuerdos entendí que tus besos son ese camino secreto que me lleva donde todo es perfecto y todo canta al unísono una armonía universal.
Eclipse esmeralda mil gracias por existir e infinito agradecimiento en aceptar el regalo de mi vida que ahora siempre será tuya.
No se sabe hasta cuando se esta por eso hay que aprovechar el tiempo